Y mirarán a la tierra, buscando alivio y liberación de su aflicción, y verán problemas y tinieblas, penumbra de angustia, ni un rayo de alivio y salvación que penetre en la noche de su sufrimiento; y serán arrojados a las tinieblas, arrojados a la más absoluta oscuridad. Tal es el castigo de Dios sobre los incrédulos, sobre los que rechazan al Mesías, incluso aquí en la tierra; ¡Cuánto más terrible será, entonces, la condenación de la eternidad en la que se fundirá el presente castigo!

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