Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, se redujo a cenizas, se destruyó por completo, y el pueblo será como combustible del fuego, devorado sin misericordia; nadie perdonará a su hermano, porque el egoísmo sólo tiene en cuenta su propia seguridad, sin tener en cuenta todas las consideraciones de caridad, patriotismo y parentesco.

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