Entonces el Señor, haciendo a un lado esta excusa ofrecida a favor del pueblo de Judá, me dijo: Los profetas profetizan mentiras en Mi nombre, insistiendo en que estaban proclamando sus mensajes por la autoridad de Jehová; No los envié, ni les mandé, ni les hablé, afirmando así enfáticamente que no estaban comprometidos por autoridad de Él; os profetizan una visión falsa y adivinación y una cosa de nada, literalmente, "nada", para exponer la vacuidad total de su mensaje, y el engaño de su corazón, planes malvados que habían trazado para hacer daño.

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