Y la vasija de barro que él hizo se estropeó en la mano del alfarero, se estropeó en la fabricación, debido a algún percance; así que volvió a hacer otra vasija, usando de nuevo el mismo trozo de arcilla, como le pareció bien al alfarero para hacerlo. Este fue el incidente que el Señor usó como base de Su parábola.

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