Y J. invalidará el consejo de Judá y Jerusalén en este lugar, frustrando sus planes para la defensa de su ciudad, y los haré caer a espada delante de sus enemigos y por las manos de los que buscan sus vidas, en un matadero general, y sus cadáveres daré por carne para las aves del cielo y para las bestias de la tierra, las aves y las bestias de rapiña que darán la bienvenida a sus cadáveres insepultos.

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