Por tanto, así dice el Señor Dios de Israel contra los pastores que apacientan a mi pueblo, a quienes se confió este sagrado deber: Habéis esparcido mi rebaño y ahuyentado, en vez de retenerlos en un rebaño compacto, y no los habéis visitado, esta es la forma de negligencia más reprobable. He aquí, visitaré sobre ti, en visitación de su ira vengativa, la maldad de tus obras, dice el Señor.

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