¡Ay de los pastores, los gobernantes, los líderes espirituales del pueblo en particular, que destruyen y dispersan las ovejas de Mi prado! dice el Señor, Israel y Judá, específicamente la congregación del Señor en medio del pueblo, son llamados el rebaño de los pastos de Jehová porque Él los atiende con Su especial cuidado. Razón de más, por tanto, para denunciar a los dirigentes que se olvidaron tan deliberadamente de sus deberes.

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