porque no han escuchado mis palabras, dice el Señor, que les envié por mis siervos los profetas, levantándose temprano y enviándolos, con celo ansioso por el bienestar de sus almas; pero no oísteis, dice el Señor. Tenga en cuenta que el cambio de la tercera a la segunda persona coloca a los judíos exiliados en la misma clase que los que todavía estaban en Judá, porque todos eran igualmente culpables.

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