Vienen a pelear con los caldeos, el pueblo de Judá está decidido a resistir al ejército enemigo, pero es para llenarlas, es decir, las casas de la ciudad, con los cadáveres de hombres, a quienes maté en Mi ira y en mi furor, y por todos cuya maldad he escondido mi rostro de esta ciudad, este último verso se inserta a modo de paréntesis:

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