Entonces vinieron todos los príncipes a Jeremías, tal como el rey esperaba, y le preguntaron; y les dijo conforme a todas estas palabras que el rey había mandado. Así que dejaron de hablar con él, literalmente, "mantuvieron el silencio alejado de él", es decir, se fueron en silencio y dejaron de molestarlo; como no se percibió el asunto, la explicación dada por Jeremías parecía del todo plausible.

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