Así ha dicho Jehová: Ciertamente esta ciudad será entregada en mano del ejército del rey de Babilonia, que la tomará. Dichos de este tipo fueron la esencia de la proclamación de Jeremías a los soldados y a todos los miembros de la nación que pasaron al patio de la prisión. Aunque se sospechaba que estaba a favor de la causa del enemigo e incluso de jugar a traicionar a su propia nación, Jeremías no se desanimó de su curso de acción como mensajero del Señor. Este hecho, sin embargo, llenó a los líderes del pueblo con la mayor amargura.

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