Y tomaré el remanente de Judá, que ha puesto sus rostros para ir a la tierra de Egipto para morar allí, y todos serán consumidos y caerán en la tierra de Egipto, en una destrucción total; serán consumidos por la espada y por el hambre, morirán, desde el más pequeño hasta el más grande, por la espada y por el hambre, y serán una execración, un objeto de maldición y un asombro, una objeto de sorpresa, maldición y reproche.

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