Te he tendido una trampa, y tú también eres presa, oh Babilonia, y no te diste cuenta de que la calamidad la sobrevino antes de que se diera cuenta; has sido hallado y también capturado porque has luchado contra el Señor. Cuando Ciro tomó la ciudad, su estratagema al desviar las aguas del Éufrates tomó por sorpresa a los habitantes hasta tal punto que partes de la ciudad quedaron en manos de sus soldados antes de que los que vivían en su centro se dieran cuenta.

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