Te he tendido un lazo, y tú también has sido apresada, oh Babilonia, y no te diste cuenta; has sido hallada, y también presa, porque luchaste contra Jehová.

Te he tendido una trampa. Tienes que ver con Dios, no sólo con los hombres.

Tú también has sido apresada, oh Babilonia, y no te diste cuenta. Heródoto relata que la mitad de la ciudad fue tomada antes de que los habitantes de la otra "se dieran cuenta". Ciro desvió las aguas del Éufrates, donde estaba defendida, a un cauce diferente, y así entró en la ciudad por el cauce seco durante la noche, por las puertas superior e inferior.

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