para que hagan llegar a Él el clamor de los pobres, como consecuencia de la opresión ejercida sobre ellos; y oye el clamor de los afligidos, que se hace notar porque la conducta perversa y persistente de los impíos hace que la queja de los oprimidos penetre en la atención de Dios. Así, la justicia de Dios golpea a los injustos.

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