¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿Realmente, hasta el momento en su queja, había hablado mal? ¿No puede mi gusto discernir cosas perversas? ¿Estaba su paladar, en sentido figurado, en tan mal estado que creían que había perdido toda conciencia de culpa, o que ya no podía comprender el significado de sus desgracias? Los verdaderos amigos son una bendición, pero los falsos amigos destruyen la fe de una persona en la humanidad.

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