De acuerdo con la palabra del Señor, probablemente una promesa divina que se le dio a Josué al mismo tiempo que a Caleb se le aseguró una herencia distinta en Canaán, le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-serah en el monte Efraín, ahora el ruinas de Tibneh, siete horas al norte de Jerusalén; y edificó la ciudad y habitó en ella.

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