¿No cometió Acán, hijo de Zera, delito en cosa anatema, al tomar el botín consagrado a Jehová, Josué 7:1 , y la ira cayó sobre toda la congregación de Israel? Y ese hombre no pereció solo en su iniquidad, ya que no solo sus hijos estaban involucrados, sino también, a través del desafortunado ataque a Hai, toda la congregación. Así expresaron las diez tribus su celo por Jehová a través de sus delegados.

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