Y he aquí, hoy voy por el camino de toda la tierra, porque Josué iba camino de la tierra de tinieblas y sombra de muerte; y sabéis en todo vuestro corazón y en toda vuestra alma que ninguna cosa ha faltado de todas las cosas buenas que el Señor, su Dios, ha dicho acerca de ustedes, ni una sola palabra, ni una sola promesa del Señor cayó por tierra, se convirtió en vacío, quedó insatisfecho, como bien sabían; todos os han sucedido, y nada ha fallado en ellos. Pero la misma grandeza de la bondad y misericordia del Señor imponía obligaciones adicionales a todo el pueblo.

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