Y Jefté dijo a los ancianos de Galaad, recordándoles el antiguo trato duro que había recibido de sus manos: ¿No me odiaron y me expulsaron de la casa de mi padre, es decir, al no tomar su parte contra los hermanos celosos? de su familia? ¿Y por qué habéis venido a mí ahora, cuando estáis en apuros? Tantos años habían permitido que el mal no se corrigiera, pero ahora que estaban en problemas podían encontrarlo.

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