Y ella, siguiendo su sugerencia, entretejió el pelo largo de su cabeza en su tela como una trama, y ​​luego lo sujetó con el alfiler, el listón que se usa para golpear la trama, sujetando así su cabello firmemente al telar, y le dijo: Los filisteos sean contigo, Sansón. Y se despertó de su sueño, pues se había quedado dormido mientras ella operaba el telar, y se fue con el alfiler de la viga, y con la telaraña, se tiró del cabello suelto y dejó a la mujer desilusionada con su telar.

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