Y se demoraron hasta que se avergonzaron, añadiendo estas palabras la noción de disgusto y mal humor; y he aquí, no abrió las puertas de la sala; por tanto, tomaron una llave, otra llave, y las abrieron, el largo silencio los había llenado de gran inquietud; y he aquí, su señor había caído muerto en la tierra.

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