En el ardor de su ira cortó todo el cuerno de Israel, símbolo de fuerza y ​​majestad, quebrantándolo en el ardor de su indignación; Él ha retirado Su mano derecha de delante del enemigo, retirando Su ayuda de Su pueblo y así entregándolos al poder de los invasores, y Él ardió contra Jacob como un fuego llameante que devora alrededor, el Señor así actuando directamente en su destrucción.

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