Porque yo soy el Señor, tu Dios; os santificaréis, pues, y seréis personas santas, consagradas, santas, apartadas para el servicio de Dios; porque yo soy santo; ni os contaminaréis con ningún reptil que se arrastra sobre la tierra, ya sea utilizando tales animales como alimento o manipulándolos innecesariamente.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad