Seréis santos.Por esto les da a entender que todas estas advertencias acerca de comer o tocar a estas criaturas no fueron para que tuvieran una verdadera inmundicia, sino sólo para que, mediante la observación diligente de estas reglas, pudieran aprender con mayor cuidado a evitar todo. contaminaciones morales, y para guardarse de toda inmundicia de carne y espíritu, y de toda conversación familiar e íntima con pecadores notorios.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad