y hará expiación por el Lugar Santo, pues el mismo Santuario necesita ser purificado, a causa de la inmundicia de los hijos de Israel, y a causa de sus transgresiones en todos sus pecados, porque fue expuesto a contaminación en medio de un pueblo pecador; y lo mismo hará con el tabernáculo de reunión, que queda entre ellos en medio de sus inmundicias.

Así, tanto los pecados de los sacerdotes con los que habían contaminado el Santuario, como las transgresiones del pueblo, que también profanaron la morada de Dios en medio de ellos, debían ser expiados en el gran Día de la Expiación.

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