Por eso también os he hecho despreciables y viles, objeto de desprecio y desprecio delante de todo el pueblo, según no habéis guardado mis caminos, en el mismo grado en que ellos habían transgredido, pero habéis sido parciales en la ley, al aplicar la Ley a la conducta del pueblo. La conducta de los líderes espirituales de las personas es particularmente reprobable si engaña a otros y los sumerge en el pecado y la culpa.

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