El libro del profeta Malaquías

Introducción

Con respecto a la persona de Malaquías, el último profeta del Antiguo Testamento, se sabe tan poco que algunas personas incluso han insistido en que no era el nombre de una persona en absoluto, sino solo un título, porque Malaquías significa mensajero de Jehová. Sin embargo, todas las razones aducidas para esta suposición son tan débiles que parece mejor sostener, con la mayoría de los maestros ortodoxos, que en realidad hubo un profeta que llevó ese nombre y que escribió bajo su propio nombre.

El período de la actividad de Malaquías debe ubicarse en los días de Nehemías, muy probablemente antes de la segunda visita de Nehemías a Jerusalén. Cf Nehemías 13. Sus reprensiones y amonestaciones evidentemente se refieren a las mismas condiciones deplorables que los líderes del pueblo encontraron necesario corregir con tanto énfasis, entre ellas los sacrificios de mala calidad, la negligencia en el pago de los diezmos, los matrimonios con mujeres paganas.

Todo esto se ve reforzado por el hecho de que Malaquías se refiere a sí mismo como el último profeta del Antiguo Pacto, principalmente al profetizar del precursor del Mesías y al afirmar que la Nueva Dispensación se esperaba muy pronto.

El Libro de Malaquías se puede dividir fácilmente en dos partes, los capítulos 1 y 2 que tratan del amor de Dios a los hijos de Israel y que reprenden los pecados de los sacerdotes y del pueblo, y los capítulos 3 y 4 que consuelan al Dios. Temiendo a los judíos con promesas de la doble venida de Cristo. El estilo del libro es animado, pero menos grandioso y el ritmo menos marcado que en algunos de los profetas más antiguos.

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