Los carros se enfurecerán en las calles, mientras son impulsados ​​con furia en el ataque, se empujarán unos contra otros por los caminos anchos, corriendo de un lado a otro en las plazas o plazas de Nínive, todos confundidos por el ataque del enemigo. ; parecerán antorchas, como la luz golpeó los adornos de acero de los carros, correrán como los relámpagos, es decir, como los relámpagos juegan con destellos cegadores.

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