También dije: No es bueno que lo hagas, hubo una segunda razón que condenó su acción. ¿No debéis andar en el temor de nuestro Dios, en un sano temor de su santa presencia, a causa del oprobio de los paganos, nuestros enemigos? Si estos últimos se enteraran de las condiciones existentes en medio de los judíos, seguramente los reprocharían, se burlarían de ellos.

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