Y los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, parte del pueblo, los netineos y todo Israel habitaban en sus ciudades; y cuando llegó el séptimo mes, los hijos de Israel estaban en sus ciudades, todo lo cual conduce al relato de la gran fiesta celebrada en ese mes, con Nehemías presente, como él procede a relatar. Al Señor le agrada mucho que las personas estén dispuestas a sacrificar su dinero y sus bienes por el sustento de la Iglesia y por la expansión del reino.

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