Y dijo: Escuchen ahora mis palabras: si hay un profeta entre ustedes, cualquier persona ordinaria dotada de dones proféticos en alguna forma, como fue el caso de Miriam, yo, el Señor, me daré a conocer a él en una visión, y le hablará en sueños. Esas eran las formas de comunicación que el Señor usaba con los profetas ordinarios.

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