Pero Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los hombres que fueron a registrar la tierra, vivieron todavía; su conservación, dadas las circunstancias, era aún más notable y corroboraba la palabra del Señor. El juicio sobre aquellos que fueron líderes en la Iglesia y abusaron de la confianza depositada en ellos al desviar a su pueblo, será especialmente severo.

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