Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto para ser tu Dios. Yo soy el Señor, tu Dios. Si bien las vestiduras de los sacerdotes tenían un significado simbólico especial, estos adornos distintivos en la vestimenta de todos los israelitas sirvieron para recordarles la relación especial que existía entre ellos y el Señor. Esta comunión entre los creyentes y el Señor es aún más íntima en el Nuevo Testamento, y deben tener este hecho en mente en todo momento, incluso sin recordatorios especiales.

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