Números 15:1 REFLEXIONES

¡Mi alma! en vista de las muchas cosas señaladas en este Capítulo a la iglesia de DIOS, cuando iban a venir a la tierra prometida; permítanme contemplar los vastos privilegios de ese país mejor, que el de ellos solo tipificaba; y anticipándome por la fe qué ofrendas tendré entonces para ofrecer, qué presentaciones allí para hacer, y qué elevadas ofrendas de reconocimiento, tanto para el extraño como para el alma recién nacida en JESÚS redimida por su sangre, toda la feliz multitud tendrá continuamente para traer ante el trono de DIOS y el CORDERO.

¡Oh! la inmensa, la inconcebible gloria que luego irrumpirá en el alma cuando lleguemos a recibir el fin de nuestra fe. Ni los pecados de ignorancia ni los pecados de presunción, ni un mundo corrupto, un corazón engañoso, ni todos los poderes de las tinieblas interrumpirán o contaminarán más el alma: pero un día continuado en un goce ininterrumpido de felicidad, entonces empleará la mente para toda la eternidad.

¡Bendito DIOS! en la plena perspectiva de estos gozos inefables dados a tu pueblo por el amor eterno del PADRE, comprados por la gracia del Redentor, y hechos nuestros por la preciosa aplicación del ESPÍRITU SANTO; que viva mi alma y muera mi cuerpo, hasta que la fe sea absorbida en fruto, y mi DIOS se manifieste abiertamente a todos los hijos de la luz. Amén.

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