Y sucedió que cuando la congregación se reunió contra Moisés y contra Aarón, una turba hosca, lista para casi cualquier crimen, miraron hacia el Tabernáculo de la Congregación; y he aquí, la nube lo cubrió, y apareció la gloria del Señor, en una amenazadora manifestación de su majestad frente al pueblo, mientras que al mismo tiempo protegía a los hombres contra quienes se dirigían las murmuraciones de la turba.

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