Y Moisés sacó todas las varas de delante de Jehová a todos los hijos de Israel, porque iban a ser convencidos por inspección personal; y miraron, y tomaron cada uno su vara. Aquí había una prueba abrumadora de la intervención directa de Dios, y el Señor, de la manera más inconfundible, designó a Aarón como Su siervo en el oficio de sumo sacerdote. El sacerdocio de Aarón permanecería en el poder hasta la venida del verdadero y eterno Sumo Sacerdote, Jesucristo.

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