Y cualquiera que tocare a un muerto a espada en el campo, aun para enterrarlo, o un cadáver, o un hueso de hombre, o un sepulcro, será inmundo siete días. Fue por esta razón que los ancianos judíos eran tan estrictos al marcar las tumbas, especialmente poco antes de una gran fiesta, para que nadie tocara inadvertidamente esa tumba y se contaminara. Cfr. Mateo 23:27 .

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad