Y Moisés dijo a los jueces de Israel, los hombres que eran sus ayudantes en el gobierno de los asuntos de Israel: Matad cada uno a sus hombres, a los hombres de su tribu o división, que se unieron a Baal-peor. Era una orden para una ejecución al por mayor, porque solo de esta manera podría apaciguarse la ira de Dios. Este es un ejemplo de advertencia también para nuestros días; porque la mano del Señor no se acorta para castigar, y la creciente mundanalidad en medio de la Iglesia desafía Su interferencia.

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