Su corazón está dividido, más bien, "suave, falso, insincero"; ahora serán hallados defectuosos, tendrán que hacer expiación, tendrán que sufrir por su duplicidad; Derribará sus altares, destruyéndolos demoliendo sus cuernos, estropeará sus imágenes, demostrando así que el Dios verdadero es el Maestro de los ídolos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad