Por tanto, la tierra se enlutará, la corrupción moral de sus habitantes resulta en la destrucción física de la tierra y sus productos, y todo el que habita en ella languidecerá, como marchitándose en una sequía universal, con las bestias del campo y con el aves del cielo, todas las cuales serían afectadas por el castigo que descendería sobre la tierra; sí, los peces del mar también serán quitados, para que desaparezcan y perezcan. Sin embargo, a pesar del inminente castigo, la gente persistió en su maldad.

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