v. 17. La calzada de los rectos; toda su conducta es apartarse del mal, lo evitan siguiendo el camino de la piedad estricta; el que guarda su camino preserva su alma, porque es mediante el seguimiento cuidadoso de la voluntad y la Palabra de Dios que una persona guarda su alma de la muerte espiritual y eterna.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad