para una mujer odiosa cuando está casada, para una solterona, de carácter desagradable, es propensa a devolver el desprecio que sufrió de los demás con la misma moneda y con pleno interés; y una sirvienta, una esclava de casa o una niñera, heredera de su ama, tal suerte que tiende a hacerla insolente y presuntuosa en su comportamiento.

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