No sea que des tu honor a los demás, porque no sólo hay que considerar la denuncia del fornicario, sino también el hecho de que la ramera y sus favoritos lograrán quitar el respeto de los hombres a su víctima, y tus años al cruel , la mujer desenfrenada y los proxenetas empleados por ella, que con calma y crueldad arruinan la salud de quienes son seducidos por ellos y toman sus riquezas en el trato;

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