Porque innumerables males me han rodeado, atacándolo por todos lados como innumerables hordas de enemigos acérrimos; mis iniquidades se han apoderado de mí, habiéndolo alcanzado como un ejército victorioso, de modo que no puedo mirar hacia arriba; son más que los cabellos de mi cabeza, porque eran los incontables millones que habían sido entregados por todos los hombres; por tanto, mi corazón me falla, lo ha abandonado, dejándolo débil e impotente en su miseria.

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