Porque no deseas el sacrificio, es decir, como un mero acto mecánico externo de adoración, de lo contrario lo daría; No te deleitas en el holocausto, tal como se presenta en un mero cumplimiento externo de la letra de la Ley, por mucho que a Dios le agrada que se muestre la verdadera fe del corazón en actos externos de adoración.

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