Ten misericordia de mí, oh Señor, siendo la gracia y el favor gratuitos de Jehová su única esperanza; porque estoy débil, tan aterrorizado que languidece y cae como una flor seca. Oh Señor, sáname, siendo Él el único Médico cuya habilidad podría servir de algo en esta emergencia; porque mis huesos están afligidos, todo su cuerpo amenaza con desmoronarse bajo el severo estrés de la aflicción que lo acosa.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad