Dios ha hablado en su santidad, por la cual sostuvo la posesión de Israel de la tierra prometida. Me regocijaré, regocijándome en la posesión de la victoria completa que seguramente vendría a Israel; Dividiré Siquem, en el centro del país al oeste del Jordán, como representación de Canaán propiamente dicha, y mediré el valle de Sucot, al este del Jordán, y su medición de la tierra demostrará que él está en posesión indiscutible de ella.

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