Los reyes de los ejércitos, cuyos ejércitos se mencionan en contraste irónico con Jehová Sabaoth, huyeron rápidamente, en total derrota; y la que se quedó en casa, la mujer de la tienda, la dueña de la casa, en este caso la congregación, la Iglesia de Cristo, repartió el botín, repartiendo ricamente a todos sus hijos los dones de la misericordia de Dios, como aseguraba Victoria del Mesías.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad