Ahora también, cuando sea viejo y canoso, mostrando los efectos de la vejez en su apariencia, oh Dios, no me desampares, hasta que haya mostrado Tu fuerza, el brazo del Señor, como símbolo de Su omnipotente poder y hechos, para esta generación y tu poder para todos los que han de venir, publicando las poderosas obras de Jehová a todos aquellos a quienes llegue su voz.

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